Los caballeros del zodiaco Capitulo 131

Orfeo toca unas cuerdas de su lira con lo que Pharaoh pierde el control de su mano y tira la armadura de Atenea, la cual recoge Seiya. Orfeo y Pharaoh se enfrentan en un combate de música. Una cuerda de la lira de Orfeo se rompe y ya no puede protegerse de los ataques. Pharaoh se acerca a él aún tocando su arpa y explica que el nivel de música ofensiva de Orfeo se basa en la cuerda de Sol, por lo que la rompió. Pharaoh usa la Balanza de la Maldición y le pide al corazón de Orfeo que deje su cuerpo y se coloque en la Balanza Sagrada. Una luz aparece en el Surplice de Pharaoh y es el corazón de Pharaoh el que se coloca en la balanza y, obviamente, pesa más que una pluma. Pharaoh se aterroriza de esto y un espejo cae cerca del pie de Orfeo. Pharaoh se da cuenta que todo fue una ilusión, mientras que Orfeo rompe el espejo y le pregunta si con este espejo Pandora hizo la ilusión de la luz del Sol. Pharaoh le dice que no pida disculpas, a lo que Orfeo le da las gracias. Orfeo entiende que estaba equivocado al querer resucitar a los muertos. Pharaoh le pregunta qué es lo que va a hacer ahora que ha entendido su error, a lo que Orfeo le dice que va a pelear como Caballero de Atenea. Pharaoh lo llama tonto y se prepara para atacarlo con su maldición, pero todas las cuerdas de su arpa se rompen. Orfeo sostiene la cuerda de Sol rota con sus dientes y ejecuta su poder Réquiem de Cuerdas, con el cual mata a Pharaoh. Después, Eurídice se despide de Orfeo, agradeciéndole por estar con ella hasta en esas condiciones y le recomienda que pelee por Atenea. Hasta Shaka y Atenea, que estaban en un lugar del infierno, sienten ese pesar. Finalmente, Orfeo le dice a los Caballeros que lo sigan, pues cada 13 días rinde una ceremonia a Hades en Giudecca, de casualidad ese día es la ceremonia y se van para allá, pero les advierte que Hades es muy prudente y no aparece mucho frente las personas, incluso frente de sus tres Jueces. Mientras tanto Hyōga y Shiryū alcanzan a Kanon y los tres van corriendo a la Tercera Prisión, pero varias piedras caen sobre ellos. El Espectro Rock de Golem les explica que la Tercera Prisión es el lugar donde los avariciosos y los despilfarradores sufren empujando piedras eternamente. Rock se da cuenta que los Caballeros evitaron su ataque y siguen su viaje, a lo que decide atacar otra vez con su poder Bombardeo Rodante de Piedra. Shiryū contraataca y golpea a Rock con su poder Dragón Naciente, haciendo que desaparezca entre sus propias piedras. Los tres continúan a la Tercera Prisión. Hyōga nota que Shiryū puede ver otra vez y Shiryū le explica que pasó lo mismo cuando fue enviado al monte Yomotsu por las Ondas Infernales de Máscara de Muerte de Cáncer. Después Hyōga se deshace del espectro Ivan de Troll con su Polvo de Diamante, imposibilitando su manera de presentarse. Ahora, los 3 se dirigen a la siguiente prisión, concordando que Hades se encuentra en Giudecca. En Giudecca (o Judesca), Orfeo llega con Pandora, en la sala del trono de Hades y le pide una audiencia. Pandora ve que Orfeo lleva un cofre enrome y le pregunta qué contiene, a lo que él contesta que el contenido se lo quiere mostrar directamente a Hades. Pandora le dice que no puede pasar nada si ella no lo revisa primero y, al ver que Orfeo no se mueve, toma una lanza y lo abre. Para asegurarse, Pandora con su lanza abre el cofre y ve que está lleno de flores y, para comprobar que no hay nadie adentro lo comprueba con la lanza. Segura de que no hay nada más que flores en el cofre, Pandora le pide a Orfeo que toque su lira para ella y Hades, a lo que Orfeo accede, pero con la mayor preocupación de que Seiya y Shun, que estaban profundamente escondidos adentro, hayan sido lastimados con la lanza. Sin embargo, sucede algo: los tres Jueces del Mundo de Hades, Radamanthys de Wyvern (Guiverno), Aiacos de Garuda y Minos de Grifo, llegan a la sala.